Lavaderos, parte de la historia reciente de nuestros pueblos

¡Ay si las piedras de los lavaderos hablaran!

Los trapos sucios se limpian en casa, pero…¡cuántos trapos sucios no se habrán lavado en los lavaderos de nuestros pueblos!

En todos los pueblos  de Baztan-Bidasoa hay o había un lavadero, un lugar al que se acudía, barreño en mano o en la cabeza con la ropa sucia a hacer la colada.

Los lavaderos, hoy lugares en desuso y testigos de una historia reciente, han sido más que un lugar para lavar la ropa. En tiempos en los que las labores domésticas estaban destinadas única y exclusivamente a las mujeres y en los que a éstas apenas se les permitía salir de casa si no era para estos menesteres, los lavaderos de los pueblos se  convirtieron en ese pequeño rincón donde una mujer podía conversar con libertad, sin miedo a expresar su opinión, un rincón donde podía ser ella misma.

Lavadero de Gaztelu, una ventana abierta al Valle
Lavadero de Gaztelu, una ventana abierta al Valle

El lavadero era casi que el único punto de encuentro donde poder conversar con otras mujeres (mientras que los hombres podían hacerlo en bares, plazas…) por lo que más que un espacio para lavar la ropa era un lugar para socializar.

Lavadero de Sunbilla
Lavadero de Sunbilla

Uno de los lavaderos más curiosos de Baztan-Bidasoa es el de Sunbilla, en forma hexagonal. Sus seis piedras están dispuestas en círculo para poder conversar viendo la cara de las vecinas.

Hoy el recorrido iniciado en Sunbilla, nos lleva a Etxalar, con un lavadero construido en 1680.

Lavadero de Etxalar
Lavadero de Etxalar. Fotos: Casa rural Gainkoborda

De Etxalar nos acercaremos a Urdax, donde además del lavadero del barrio de Iribere se sabe que el «aska» de los frailes solía frecuentase para esta labor. De hecho, junto al «aska» se conserva la piedra de lavado («harria»). Este elemento, de una piedra sola junto al «aska» o al río era habitual.

Aska de los frailes. En el lateral la piedra de lavado. Fotos: Apartamentos Indianoa Baita
Aska de los frailes. En el lateral la piedra de lavado. Urdazubi-Urdax. Fotos: Apartamentos Indianoa Baita

Si la vivienda o caserío se encontraba cercano a una regata, cada familia disponía de su propia “harria”, una losa plana, donde realizar el lavado. Pero a veces sucedía que por la lejanía a las viviendas, se construían fuentes, askas o lugares de colad como es el caso del «aska» de los frailes de Urdazubi-Urdax.

Lavadero del barrio de Iribere (Urdazubi-Urdax)
Lavadero del barrio de Iribere (Urdazubi-Urdax)

 

Lavadero del barrio de Iribere (Urdazubi-Urdax)
Lavadero del barrio de Iribere (Urdazubi-Urdax)

De Urdazubi, por el puerto de Otsondo llegaremos a Amaiur. Junto al frontón encontramos el lavadero, renovado recientemente por los vecinos.

 

 

Lavadero de Amaiur
Lavadero de Amaiur. Foto: Centro-Museo Arqueológico de Amaiur   

De Amaiur, siguiendo la N-121-B llegamos a Elbete. El lavadero de Elbete fue construido hacia principios del siglo XX después de la canalización de las aguas y la construcción de desagües. Consta de 5 pilas para lavar que fueron utilizadas hasta la década de los 80, en la que la última lavandera Filomena Arrijuria dejó de acudir diariamente a lavar la ropa al lugar. En algunas casas de Elbete, como en la Posada, conservan aún las «lixuas» donde se blanqueaba la colada con ceniza, la lejía de entonces.

"Lixua", lugar donde se blanqueaba la ropa utilizando ceniza
«Lixua», lugar donde se blanqueaba la ropa utilizando ceniza. Foto: Elbeteko Posada

 

Lavadero de Elbete
Lavadero de Elbete. Foto: Elbeteko Posada

 

Vista exterior del Lavadero de Elbete, junto a la fuente de la localidad
Vista exterior del Lavadero de Elbete, junto a la fuente de la localidad.

 

De Amaiur, siguiendo la N-121-A llegamos a Elbete. El lavadero de Elbete fue construido hacia principios del siglo XX después de la canalización de las aguas y la construcción de desagües. Consta de 5 pilas para lavar que fueron utilizadas hasta la década de los 80, en la que la última lavandera Filimena Arrijuria dejó de acudir diariamente a lavar la ropa al lugar.

Dejando Baztan, nos adentraremos en Malerreka, para visitar primero el lavadero de Ituren y terminar el recorrido en el lavadero de Gaztelu, un precioso lavadero con una impresionante vista al valle. Una ventana abierta a la Naturaleza. En él además de las piedras de lavado se puede ver también la silla de herrar bueyes y caballos. Señal de que en Gaztelu el lugar de trabajo fue compartido por hombre y mujeres, quizás el primer paso a considerar en igualdad de condiciones las labores de unas y otros.

Lavadero de Ituren
Lavadero de Ituren

 

Lavadero de Gaztelu. Foto: Casa Rural Istarbetey
Lavadero de Gaztelu. Foto: Istarbey Landetxea

 

Esperamos que os haya gustado este «impoluto» recorrido por aquellos lugares en los que los «trapos sucios» más que lavados eran aireados; pero en los que a veces también se mantenía silencio, sobre todo cuando «había ropa tendida».